
Así lo vivió Carla, delegada de Aspirantes de la parroquia:
Este fue mi primer Luján y mi primera participación en el equipo de apoyo. Tenía muchas ganas de participar.
Así que el pasado sábado dos de octubre partí para Rodríguez, junto a otros servidores y junto a los peregrinos que se sumaban para caminar desde allí hacia la basílica, para comenzar el servicio.
El apoyo a los peregrinos consiste en darles en cada parada algo para comer y tomar y, sobre todo, palabras de aliento para que sigan acercándose a nuestra Madre de Luján que los espera.
La experiencia de apoyo fue muy fuerte, al ver cómo los peregrinos van llegando, algunos cantando y bailando, otros con sus últimas fuerzas pero todos movilizados por lo mismo: nuestra Madre; para agradecerle o pedirle pero, por sobre todas las cosas, para llegar a ella y ofrecerle tanto sacrificio.
Cuando preguntaba qué era Luján me decían "es imposible de contar, se vive", y realmente es así. Imposible contar pero hermoso de vivir desde donde uno pueda: caminando, ayudando o acompañando con la oración.
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